martes, 20 de marzo de 2012

Miraflores – De todo para el visitante

Si tu intención es conocer Miraflores, uno de los distritos más animados de Lima por los viajeros, un buen comienzo es el Ovalo, punto de reunión de varias generaciones de limeños debido a la cercanía de excelentes cafés y restaurantes y al bien cuidado Parque Kennedy, que concita a pintores, grupos de música folclórica, entre otros.

Si lo que busca es diversión, la ruta es la avenida Diagonal, que cruza el Pasaje San Ramón, más conocido como la “Calle de las Pizzas”, sus numerosas pizzerías, discotecas y pubs lo hacen punto de encuentro de gran parte de la juventud para divertirse, conocerse, beber y bailar.

Miraflores tiene una variedad de cafés, discotecas, bares y locales de entretenimiento para todos los gustos y presupuestos. De modo que no hay forma de aburrirse y siempre hay alternativas interesantes para una tarde o noche muy animadas.

Por otro lado, si se desea ir de compras, te recomendamos que tomes la avenida Larco y sus alrededores, en los que hay una gran variedad de tiendas, boutiques, librerías, y que culmina en el malecón; donde está uno de los centros comerciales más exclusivos de la ciudad: Larcomar.

Este lugar es también un lugar perfecto para disfrutar de sabrosa y exquisita comida, tenemos lugares emblemáticos como el restaurant Rosa Náutica un punto de referencia que todo viajero debe conocer.

Barranco

Desde sus inicios Barranco fue un balneario sumamente atractivo para los veraneantes limeños de clase media alta y extranjeros en general, quienes en su mayoría se afincaron construyendo grandes ranchos y casonas, emulando estilos europeos.

Este distrito es conocido por la bohemia, cultura y grandes escritores peruanos de principios del siglo XX que escribieron gran parte de la historia de la literatura nacional.

Aún hoy, Barranco no ha perdido su característico ambiente de renovación artística, manteniendo un interesante circuito cultural que ofrece conciertos de rock, trova o música criolla; presentaciones de libros, ferias artesanales y alternativas contraculturales difíciles de encontrar en otro lugar de la capital.

Un punto de visita obligatoria es el Puente de los Suspiros conocido internacionalmente gracias a la canción la “Flor de la Canela” de la compositora Chabuca Granda, fue construido en el año 1876, para unir las riberas de las calles Ayacucho y La Ermita. Cuenta la tradición que quien por primera vez ve el puente y lo cruza sin respirar, se le cumplirá el deseo que pida.

Construido en madera sobre una quebrada natural en medio de frondosos árboles, es el preludio perfecto para una declaración de amor.

Barranco, qué duda cabe, es el distrito bohemio por excelencia, ideal para paseos, en esta parte de la ciudad hay numerosos restaurantes donde se puede degustar la variada gastronomía del Perú.